UNHCR - Office of the United Nations High Commissioner for Refugees

10/09/2024 | Press release | Distributed by Public on 10/09/2024 14:23

Una joven voluntaria sudanesa es galardonada por su desinteresada labor en apoyar a las personas refugiadas en Egipto

En reconocimiento a su trabajo desinteresado y a su dedicación para ayudar a sus compañeros refugiados, Nada ha sido seleccionada como la ganadora regional para Medio Oriente y el Norte de África del Premio Nansen para los Refugiados de ACNUR 2024.

"Estoy muy feliz por haber ganado este premio", comenta con una enorme sonrisa. "No puedo ni describir lo feliz que me siento ahora mismo".

Estaba en el centro cuando le dieron la noticia, que aún no se había hecho pública. "Me quedé con la boca abierta, quería gritar. Así que bajé corriendo a la calle y encontré una esquina. Solté un grito de '¡Aaaah!' y volví como si nada", se ríe.

De vuelta al centro, en cuanto los últimos pacientes y médicos se han ido, las habitaciones se reorganizan para preparar las siguientes actividades del día, que incluyen formación para mujeres jóvenes sobre cómo tejer con ganchillo y hacer bolsas de lona, seguida de una sesión de arteterapia para adultos y jóvenes.

La mayoría de las actividades están a cargo de jóvenes refugiados voluntarios como Khalida Abas, de 24 años, a quien Nada apoyó cuando llegó por primera vez a la ciudad en marzo pasado. "Estoy agradecida con Nada, ella me acogió en este país", cuenta. "Ahora enseño a mujeres jóvenes a hacer bolsas de lona dos veces por semana".

"Nada es como mi hermana mayor", añade. "La quiero con todo mi corazón; es mi modelo a seguir, y acudo a ella para que me aconseje".

La última actividad del día es un encuentro cultural. Llegan más personas, entre ellas refugiados egipcios, sirios y sudaneses, cargados de fruta y comida tradicional casera. El aroma del café recién tostado flota en el aire junto con el sonido de canciones sudanesas que suenan en un altavoz portátil. Las personas mayores se sientan al fondo de la sala, cerca de la ventana, mientras los jóvenes, encabezados por Nada y Khalida - cada uno con una prenda sudanesa de colores llamativos llamada thawb - se turnan para bailar juntos en el centro.

"Todos lo esperan con ansias", señala Nada. "Nos reunimos una vez cada dos semanas para celebrar, bailar, comer juntos y tocar canciones sobre hogar, paz y amor".

Con el tiempo, espera ampliar su labor más allá de Egipto y llegar a más personas que lo necesiten.

"Podemos ayudar tanto como podamos con cosas sencillas", afirma. "¿Por qué no encontrar voluntarios en otros países que tienen problemas? Sería hermoso que pudiéramos ayudar al mayor número posible de personas en necesidad, dondequiera que estén".