UNICEF - Comité Español

09/19/2024 | News release | Distributed by Public on 09/20/2024 00:56

Tifón Yagi: devastación en el sudeste asiático

Casi 6 millones de niños y niñas afectados corren el riesgo de quedarse sin educación, agua potable y servicios básicos, mientras avanzan las inundaciones y los corrimientos de tierra que dañan las infraestructuras.

19/09/2024

Las inundaciones y corrimientos de tierra provocados por el tifón Yagi han asolado Vietnam, Myanmar, Laos y Tailandia, afectando a casi 6 millones de niñas y niños.

"Los niños y las familias más vulnerables se enfrentan a las consecuencias más devastadoras de la destrucción que ha dejado tras de sí el tifón Yagi", June Kunugi, directora regional de UNICEF para Asia Oriental y el Pacífico.

Esta tormenta, la más potente que ha azotado Asia en lo que va de año, trajo lluvias torrenciales que se sumaron a las precipitaciones estacionales, provocando el desbordamiento de ríos y mortales corrimientos de tierras.

A su paso por la zona, más de 850 escuelas y más de 550 centros de salud resultaron dañados, la gran mayoría en Vietnam, mientras se siguen realizando evaluaciones para conocer con profundidad cuál ha sido el impacto real.

En este contexto, el acceso a agua potable, educación, atención sanitaria, alimentos y refugio, está en grave peligro sumiendo a comunidades ya marginadas en una crisis aún mayor.

Los niños y niñas, muy afectados

El aumento de los fenómenos meteorológicos extremos en el sudeste asiático, exacerbados por el cambio climático, es un triste recordatorio de que cuando se producen desastres de este tipo, la infancia suele pagar el precio más alto.

Los niños y niñas de Asia Oriental y el Pacífico están expuestos a múltiples peligros climáticos y medioambientales simultáneos, y se enfrentan a estas amenazas seis veces más que sus abuelos. La intensificación de la frecuencia y el agravamiento de sus efectos profundizan la desigualdad y dañan su potencial para prosperar.

Vietnam

Es el país más afectado por el tifón Yagi, aproximadamente 3 millones de personas, entre ellas muchos niños y niñas, carecen de acceso a agua potable y saneamiento, lo que aumenta el riesgo de enfermedades.

Aproximadamente 2 millones de niños y niñas también se han quedado sin acceso a la educación, perdiendo así los programas de alimentación escolar y apoyo psicosocial.

Myanmar

En este país, la combinación del conflicto actual y los catastróficos efectos del tifón Yagi han intensificado la crisis de las comunidades ya desplazadas por el conflicto, empeorando una situación humanitaria ya de por sí grave.

Se han registrado más de 170 muertes y más de 320.000 personas se han visto obligadas a desplazarse, mientras que las redes de carreteras, las telecomunicaciones y la infraestructura eléctrica han sufrido graves daños en toda la región central del país.

Tailandia

En el norte, las lluvias torrenciales y las inundaciones han afectado gravemente a casi 64.000 niños y niñas.

Algunas escuelas han quedado completamente destruidas y los profesores han tenido que recurrir al aprendizaje online y a la entrega de material didáctico a los alumnos en sus casas.

República Democrática Popular Lao

Aquí las inundaciones han asolado ocho provincias afectando a unos 60.000 niños y niñas, dañando infraestructuras vitales y amenazando los medios de subsistencia de comunidades que ya están luchando para hacer frente a los efectos negativos del clima.

UNICEF distribuye suministros

"La prioridad inmediata debe ser restablecer los servicios esenciales de los que tanto dependen los niños y las familias, como el agua potable, la educación y la atención sanitaria", alerta Kunugi.

Desde UNICEF, estamos prestando la asistencia humanitaria que necesitan urgentemente los niños, niñas y las familias de las zonas afectadas por las inundaciones en el sudeste asiático.

Esto incluye principalmente:

  • Agua potable.

  • Materiales de higiene.

  • Suplementos nutricionales.

  • Kits médicos.

  • Apoyo a la salud mental.

  • Material didáctico y lúdico.

En UNICEF trabajamos comprometidos para garantizar que, una vez que el agua se haya retirado, las labores de recuperación se centren en los niños y las niñas. Para que puedan recuperar su normalidad y seguir aprendiendo y jugando en ambientes seguros.