10/03/2024 | Press release | Archived content
NUEVA YORK (OIT Noticias) - El Informe Mundial sobre la Protección Social 2024-2026: Protección social universal para la acción climática y una transición justa, presentado recientemente por la OIT, arroja una luz importante sobre las desigualdades estructurales que inciden en la crisis climática, y destaca el papel de la protección social universal para impulsar una transición justa.
Las discrepancias y desigualdades estructurales que revela el informe fueron el tema de debate en la presentación mundial de la publicación, en paralelo a la Asamblea General de la ONU. La reunión congregó al Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo, el Ministro sudafricano de Medio Ambiente, Silvicultura y Pesca, George Dion, en representación del Presidente Ramaphosa, y un panel de alto nivel con el activista de derechos humanos y justicia climática, Kumi Naidoo, el Secretario General de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Luc Triangle, Whitney Young Baird, Presidenta y Directora General del Consejo de los Estados Unidos para los Negocios Internacionales, Sheila Aggarwal Khan, Directora de la División de Industria y Economía del PNUMA, Tyeisha Emmanuel, Activista juvenil de las Naciones Unidas, y Cynthia Samuel-Olonjuwon, Representante Especial de la OIT ante las Naciones Unidas.
El informe constata que en los 20 países que se encuentran en la primera línea de la crisis climática, más del 90% de la población no tiene acceso a ningún tipo de prestación económica de protección social, ya sean prestaciones por hijos y familiares o por desempleo, ni a ninguna ayuda que pueda protegerles de los efectos nocivos del cambio climático. En los 50 países climáticamente más vulnerables, el 75% de la población -es decir, 2.100 millones de personas- carece también de cualquier tipo de protección social.
"Los sistemas universales de protección social pueden proteger a las personas de las consecuencias del colapso climático, apoyar políticas climáticas esenciales e impulsar una transición justa hacia un planeta más sostenible. Para lograrlo, debemos garantizar que todas las personas estén adecuadamente protegidas", expresó el Director General de la OIT.
Los sistemas universales de protección social pueden proteger a las personas de las consecuencias del colapso climático, apoyar políticas climáticas esenciales e impulsar una transición justa hacia un planeta más sostenible. Para lograrlo, debemos garantizar que todas las personas estén adecuadamente protegidas.
Gilbert F. Houngbo, Director General de la OITEn ningún lugar es más clara esta necesidad de proteger a todos que en África. A pesar de que el continente se encuentra entre los países de mayor vulnerabilidad a la crisis climática, solo el 19,1% de los habitantes de África están cubiertos por al menos una prestación de protección social.
El Ministro Dion subrayó que "la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de la justicia social están estrechamente vinculadas. Los sistemas de protección social son la base sobre la que podemos construir un mundo más resiliente, inclusivo y sostenible". Concluyó haciendo un llamado a comprometerse con la protección social universal como prerrequisito para asegurar que "la respuesta a la crisis climática se base en principios de justicia social y derechos humanos centrados en el ser humano para trazar un camino hacia un futuro más verde, más justo y con mayor equidad para todas las personas".
Kumi Naidoo, activista por los derechos humanos y el clima desde hace muchos años, destacó la importancia de replantear el debate para centrarlo en las necesidades de las personas, especialmente las más vulnerables. "El movimiento por la justicia climática tiene que reconocer que hemos tenido una falta de enfoque. Nos hemos concentrado tanto en mitigar las emisiones y en la adaptación que hemos olvidado la vulnerabilidad de millones de personas en todo el mundo. Tenemos que integrar la protección social en el movimiento por el clima", afirmó Naidoo.
Tyeisha Emmanuel, Activista juvenil de las Naciones Unidas y originaria de Anguila, una isla caribeña expuesta a un riesgo considerable de inundaciones y otras catástrofes relacionadas con el clima, compartió la realidad de su país al respecto. "A pesar de que las pequeñas islas en desarrollo contribuyen con menos del uno por ciento de las emisiones mundiales, nos llevamos la peor parte de la crisis climática. Los huracanes, la subida del nivel del mar y otros fenómenos meteorológicos extremos están destruyendo nuestros hogares, medios de vida, alimentos y futuro", explicó Emmanuel.
Los participantes coincidieron en que la protección social es un requisito previo para una transición justa y sostenible. Luc Triangle, Secretario General de la Confederación Sindical Internacional, afirmó que "sin protección social nunca se podrá tener una transición justa". Whitney Young Baird, Presidenta y Consejera Delegada del Consejo Estadounidense para los Negocios Internacionales, destacó que los sistemas de protección social "son y serán clave en el contexto de una transición justa, especialmente teniendo en cuenta que la crisis climática exacerbará los retos existentes".
Por su parte, Aggarwal-Khan, del PNUMA, destacó el papel de la protección social para facilitar soluciones basadas en la naturaleza, abordando los impactos del cambio climático sobre la salud y garantizando que los nuevos empleos creados en los sectores verdes de la economía sean decentes.
Los oradores también coincidieron en la urgente necesidad de dar una respuesta política mundial coordinada y coherente, con la acción por el clima y la protección social universal trabajando en conjunto para hacer realidad los derechos humanos y la justicia social. "Ningún país por sí solo puede hacer frente a la compleja interacción entre la protección social, el cambio climático y la transición justa. Los retos a los que nos enfrentamos son mundiales por naturaleza y requieren una respuesta mundial coordinada", subrayó el ministro Dion.