Ministry of Foreign Affairs of the People's Republic of China

11/17/2024 | Press release | Distributed by Public on 11/17/2024 06:30

El Presidente Xi Jinping Se Reúne con el Presidente Estadounidense Joe Biden en Lima

En la tarde del 16 de noviembre, hora local, el Presidente Xi Jinping se reunió con el Presidente estadounidense Joe Biden en Lima.

El Presidente Xi Jinping señaló que la relación entre China y Estados Unidos en los últimos cuatro años ha pasado por altibajos, pero ambas partes también han desplegado diálogo y cooperación, y su relación se ha mantenido estable en general. Bajo la dirección de los dos Presidentes, los dos equipos han elaborado mediante consultas una serie de principios rectores para la relación entre China y EE.UU.. Los dos Presidentes han vuelto a encarrilar conjuntamente el diálogo y la cooperación entre ambos países. Se han reiniciado o establecido más de 20 mecanismos de comunicación, y se han logrado resultados positivos en áreas como la diplomacia, la seguridad, la economía, el comercio, los asuntos fiscales, las finanzas, el ejército, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley, la agricultura, el cambio climático y el intercambio de personal.

El Presidente Xi subrayó que vale la pena revisar las experiencias de los últimos cuatro años y sacar inspiraciones de ellas. Él enumeró lo siguiente:

Primero, es menester tener una percepción estratégica correcta. La trampa de Tucídides no es una inevitabilidad histórica. No se debe librar una nueva Guerra Fría y nadie la puede ganar. Contener a China es imprudente, inaceptable y está destinado al fracaso.

Segundo, es menester que las palabras vayan acompañadas de acciones. Nadie puede establecerse sin credibilidad. China siempre ha cumplido con sus palabras. Si EE.UU. siempre dice una cosa y hace otra, perjudicará su propia imagen y socavará la confianza entre China y EE.UU..

Tercero, es menester tratarse mutuamente como iguales. Como dos grandes países, ni China ni EE.UU. deberían tratar de remodelar al otro según su propia voluntad, reprimir al otro desde la llamada "posición de la fuerza" o privar al otro de su legítimo derecho al desarrollo para mantener su estatus de liderazgo.

Cuarto, es menester no desafiar las líneas rojas y los principios supremos. Las contradicciones y diferencias entre dos grandes países como China y EE.UU. son inevitables, pero ninguna de las partes debe socavar los intereses fundamentales de la otra, ni mucho menos buscar el conflicto o la confrontación. El principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos entre China y EE.UU. son la base política de la relación entre ambos países y deben ser respetados. La cuestión de Taiwan, la democracia y los derechos humanos, el camino y el sistema de China, y el derecho al desarrollo de China son cuatro líneas rojas para China y no deben ser desafiadas. Son las barandillas y redes de seguridad más importantes para la relación entre China y EE.UU..

Quinto, es menester intensificar el diálogo y la cooperación. En las circunstancias actuales, los intereses comunes entre China y EE.UU. están aumentando en lugar de disminuyéndose. Su cooperación es crucial no sólo en la economía, el comercio, la agricultura, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley y la salud pública, sino también para hacer frente a los desafíos globales como el cambio climático y la inteligencia artificial (IA), así como para abordar cuestiones internacionales candentes. Las dos partes deben ampliar la lista de cooperación y hacer que la tarta de cooperación sea más grande para lograr un resultado beneficioso para ambas partes.

Sexto, es menester responder a las expectativas de los pueblos. La relación entre China y EE.UU. deben fomentar siempre el bienestar de los dos pueblos y acercarlos aún más. Para facilitar el intercambio de personal y el cultural, las dos partes deben construir puentes y caminos, eliminar distracciones y obstáculos, y abstenerse de realizar cualquier acción que tenga un efecto escalofriante.

Séptimo, es menester asumir las responsabilidades de los grandes países. China y EE.UU. deben tener siempre presentes el futuro de la humanidad y sus responsabilidades en materia de paz mundial, proporcionar bien público al mundo y actuar de manera que favorezca la unidad mundial, lo que incluye llevar a cabo interacciones constructivas, abstenerse del desgaste mutuo y no obligar a otros países a tomar partido.

El Presidente Xi enfatizó que la trayectoria de la relación entre China y EE.UU. ha demostrado la validez de las experiencias e inspiraciones de los últimos 45 años de vínculos diplomáticos. Cuando los dos países se tratan mutuamente como socios y buscan puntos en común dejando de lado las diferencias, su relación logrará un progreso considerable. Pero si se toman mutuamente como rivales y persiguen una competencia viciosa, enturbiarán su relación e incluso la harán retroceder. La humanidad se enfrenta a desafíos sin precedentes en este mundo turbulento que sufre frecuentes conflictos. La competencia entre grandes países no debe ser la lógica subyacente de los tiempos; sólo la solidaridad y la cooperación pueden ayudar a la humanidad a superar las dificultades actuales. Ni el desacoplamiento ni las disrupciones en las cadenas de suministro son la solución; sólo la cooperación mutuamente beneficiosa puede conducir al desarrollo común. "Patio pequeño con vallas altas" no es lo que un gran país debe perseguir; sólo la apertura y la compartición pueden fomentar el bienestar de la humanidad. Una relación estable entre China y EE.UU. es crucial no sólo para los intereses de los pueblos chino y estadounidense, sino también para el futuro y el destino de toda la humanidad. Las dos partes deben seguir explorando el camino correcto para que los dos grandes países se lleven bien entre sí, lograr la coexistencia pacífica y duradera en este planeta, e inyectar más certidumbre y energía positiva al mundo.

El Presidente Xi enfatizó que el objetivo de China de una relación estable, sana y sostenible entre China y EE.UU. se mantiene sin cambios; su compromiso con el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas como principios para manejar la relación entre China y EE.UU. se mantiene sin cambios; su posición de salvaguardar resueltamente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China se mantiene sin cambios; y su deseo de llevar adelante la amistad tradicional entre los pueblos chino y estadounidense se mantiene sin cambios. China está dispuesta a trabajar con EE.UU. para mantener el diálogo, expandir la cooperación y gestionar las diferencias, a fin de dar continuidad al ímpetu a la estabilidad arduamente obtenido de la relación entre China y EE.UU..

El Presidente Xi expuso las posiciones de China sobre Taiwan, los lazos económicos y comerciales, la ciencia y la tecnología, la ciberseguridad, el Mar Meridional de China, la crisis de Ucrania y la Península Coreana.

El Presidente Xi subrayó que la paz y la estabilidad entre ambos lados del Estrecho y las actividades separatistas en pos de la "independencia de Taiwan" son irreconciliables como el agua y el fuego. Si a la parte estadounidense le interesa mantener la paz entre ambos lados del Estrecho de Taiwan, es crucial que vea claramente la verdadera naturaleza de Lai Ching-te y las autoridades del Partido Progresista Democrático en procura de la "independencia de Taiwan", maneje la cuestión de Taiwan con prudencia adicional, se oponga inequívocamente a la "independencia de Taiwan", y apoye la reunificación pacífica de China.

El derecho del pueblo chino al desarrollo no debe ser privado o ignorado. Si bien todos los países deben salvaguardar su seguridad nacional, no deben generalizar el concepto de seguridad nacional, ni mucho menos usarlo como pretexto para tomar medidas maliciosas para constreñir y contener a otros países.

No hay ninguna evidencia que respalde la afirmación irracional de los llamados "ciberataques desde China". China misma es el blanco de ciberataques internacionales, y rechaza y combate consistentemente todas las formas de ciberataques.

China defiende firmemente su territorio, soberanía y derechos e intereses marítimos en el Mar Meridional de China. El diálogo y la consulta entre los Estados interesados son siempre la mejor manera de gestionar las diferencias en el Mar Meridional de China. EE.UU. no debe involucrarse en disputas bilaterales sobre las islas y arrecifes pertinentes de Nansha Qundao, ni debe envalentonar o incitar al impulso de hacer provocaciones.

La postura y las acciones de China respecto a la cuestión de Ucrania siempre han sido justas y honestas. China lleva a cabo diplomacia itinerante y mediación para promover las conversaciones por la paz, hace todo lo posible por lograr la paz y se esfuerza por la desescalada. China no permite que se produzcan conflictos y disturbios en la Península Coreana. No se quedará con los brazos cruzados cuando su seguridad estratégica y sus intereses fundamentales se vean amenazados.

El Presidente Biden afirmó que la relación entre EE.UU. y China es la más importante del mundo, no sólo para los dos pueblos, sino también para el futuro del mundo. Los dos Gobiernos tienen la responsabilidad ante los dos pueblos y el mundo de asegurarse de que la competencia no se convierta en conflicto. En los últimos cuatro años, las dos partes trabajaron juntas para reconstruir los canales de comunicación. Los dos equipos diplomáticos y de seguridad han mantenido a menudo comunicaciones estratégicas y diálogos francos y profundos, lo que ha ayudado a las dos partes a entenderse mejor. En particular, desde la reunión de San Francisco hace un año, las dos partes han logrado avances tangibles en la relación entre militares, la lucha contra el narcotráfico, la aplicación de la ley, la IA, el cambio climático y el intercambio de pueblo a pueblo. Las dos partes se apoyan mutuamente en su candidatura para albergar respectivamente las reuniones de APEC y el G20 en 2026. Esto demuestra lo que podemos hacer por los dos pueblos cuando trabajamos juntos. EE.UU. no busca una nueva Guerra Fría, no busca cambiar el sistema de China, sus alianzas no están dirigidas contra China, no apoya la "independencia de Taiwan", no busca conflictos con China, y no ve su política hacia Taiwan como una forma de competir con China. La parte estadounidense seguirá comprometida con la política de una sola China. EE.UU. está dispuesto a mejorar la comunicación y el diálogo con China durante el período de transición para tener una mejor percepción mutua y gestionar responsablemente las diferencias.

Los dos Presidentes reiteraron los entendimientos comunes de siete puntos sobre los principios rectores de la relación entre China y EE.UU., a saber, tratarse con respeto, encontrar una manera de vivir juntos pacíficamente, mantener abiertas las líneas de comunicación, prevenir los conflictos, defender la Carta de las Naciones Unidas, cooperar en áreas de interés común y gestionar responsablemente los aspectos competitivos de la relación. Las dos partes están dispuestas a defender estos principios, continuar estabilizando la relación entre China y EE.UU., y garantizar una transición fluida de la relación.

Los dos Presidentes evaluaron positivamente el importante papel de la comunicación estratégica entre China y EE.UU., el contacto regular entre los equipos diplomáticos y de seguridad, y los mecanismos de diálogo sobre la relación entre militares, los lazos económicos y comerciales y las cuestiones financieras. Acordaron mantener el ímpetu en la comunicación y fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas. Los dos Presidentes revisaron el importante progreso en el diálogo y la cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico, el cambio climático, la IA y el intercambio de pueblo a pueblo desde su reunión en San Francisco.

Los dos Presidentes consideraron que ambas partes han mantenido un diálogo franco y constructivo sobre la IA. Ambas partes copatrocinaron resoluciones de la otra en la Asamblea General de la ONU sobre la IA. Afirmaron la necesidad de mejorar la cooperación internacional y promover la IA para el bien y para todos. Los dos Presidentes destacaron la necesidad de mantener el control humano sobre la decisión de utilizar armas nucleares.

Los dos Presidentes consideraron que su reunión ha sido franca, profunda y constructiva, y manifestaron su voluntad de seguir en contacto.

Cai Qi y Wang Yi asistieron a la reunión.