11/07/2024 | Press release | Distributed by Public on 11/07/2024 10:45
Fostering a passion for reading at Moroles
Editor's note: Spanish story included below
"It relaxes me to read," he said. "My mom and I read before bed every night."
A second-grader at Jesus Moroles Expressive Arts Vanguard, Finley was introduced to the world of books at his school's library. Every month, his class goes to the library to listen to a story read aloud-and handpicked by their eighth-grade buddy.
Known as the Book Buddy Program, the idea was inspired by Adam Benoit, librarian at Moroles, and Madeline Whitacre, an eighth grade reading teacher. The two wanted to find a way to foster a love of reading while getting more students in the library, and introducing them to all the resources it has to offer.
This year, Moroles unveiled a newly upgraded library, complete with makerspaces, a podcast studio, 3-D printers, robotics equipment, and more. The renovations brought new opportunities to engage with students, Benoit said.
"One of my goals was to ensure that middle school kids had the same opportunities in the library as elementary students," he said. "We wanted to get eighth graders more engaged. They were coming in, but weren't super excited."
Through the Book Buddy Program, elementary students are paired with an eighth grader, who picks a book from the school's library and works with Benoit on their presentation skills. Each month, the eighth grader reads the story aloud to their elementary school buddy, complete with facial expressions and different voices for the characters.
"It's getting their fluency skills up without them knowing," Benoit said. "They're learning interpersonal connection skills and how to be a mentor and leader."
Giving her students a chance to read aloud is key, Whitacre added.
"Presentation is huge and reading to your peers is huge," she said. "It prepares them for high school and college. We're on our phones so much, and it's important to learn that kind of social interaction."
Whitacre leads by example.
"I read aloud in my classes, so they can see me do it, and go off that," she said.
When looking for a book to read to his buddy, D.J. G., an eighth grader, said he thinks about what he liked to read when he was younger.
"I look for something that is more animated and has pictures," he said.
For some eighth graders, reading out loud to an audience is out of their comfort zone, but Whitacre reminds them they are leading by example and becoming positive role models in their buddy's life.
"When we go back to our classroom, they always ask when we are doing it again, and want to do it more often," she said. "I love watching my kids have a smile on their face, giggling with their buddies. Those little moments make a big difference."
Rosalia F., a second grader, said her buddy's presentation is her favorite part of story time.
"I like it when they make voices for the characters," she said.
Rosalia even started incorporating those presentation skills when she reads to her family at home.
"My favorite part about reading is that I can make voices," she said. "If it's funny, I use a funny voice, but if it's sad, I can use a sad voice."
Her classmate, Ariana F., said she also likes reading to her family at home. She even started writing her own stories.
"I write about my life, about my dreams, and my mom," she said. "When I get older, I want to write."
Ariana's advice to eighth graders who might be nervous about reading out loud is simple.
"You're smart and brave. It's okay to be afraid," she said. "You're still you, you're just reading."
Spanish story:La pasión por la lectura nace en Moroles
DALLAS - Finley P. está descubriendo su amor por la lectura.
"Leer me relaja", dijo. "Mi mamá y yo leemos todas las noches antes de acostarnos".
Finley, quien está en segundo grado en Jesús Moroles Expressive Arts Vanguard, conoció el mundo de los libros en la biblioteca de su escuela. Cada mes, su clase va a la biblioteca a escuchar un cuento leído en voz alta seleccionado por un estudiante de octavo grado.
El programa Book Buddy fue inspirado por Adam Benoit, bibliotecario en Moroles, y Madeline Whitacre, maestra de lectura de octavo grado. Ambos querían encontrar una forma de fomentar el amor por la lectura al tiempo que llevaban a los estudiantes a la biblioteca y les enseñaban todos los recursos que se ofrecen.
Este año, Moroles reveló algunas actualizaciones a la biblioteca, como lo son los Makerspaces, un estudio de pódcast, impresoras 3D, equipo de robótica y más. Las renovaciones crearon nuevas oportunidades para interactuar con los estudiantes, dijo Benoit.
"Una de mis metas fue que los estudiantes de secundaria tuvieran las mismas oportunidades en la biblioteca que los de primaria", dijo. "Queríamos que los de octavo participaran más. Venían a la biblioteca, pero muy poco emocionados".
A través del programa Book Buddy, los estudiantes de primaria forman grupo con uno de octavo grado, quien elige un libro de la biblioteca y trabaja con Benoit para aprender a presentar un cuento de manera entretenida. Cada mes, el estudiante mayor lee el libro en voz alta y hace expresiones faciales y voces diferentes para cada personaje.
"Están mejorando su fluidez sin siquiera darse cuenta", dijo Benoit. "Están aprendiendo habilidades interpersonales y cómo ser mentor y líder".
Dar a sus estudiantes la oportunidad de leer en voz alta es la clave, agregó Whitacre.
"La presentación es importante y leer para los compañeros es importante", dijo. "Se preparan para la preparatoria y la universidad. Usamos tanto nuestros celulares que es importante que ellos aprendan a tener interacciones sociales".
Whitacre da el ejemplo a los estudiantes.
"Yo leo en voz alta en mis clases para que me vean haciéndolo y hagan lo mismo", dijo.
Cuando estaba buscando un libro que leer con su compañero, D.J. G., de octavo grado, dijo que pensó en lo que le hubiera gustado leer de chico.
"Busqué algo animado y con dibujos", dijo.
Para algunos estudiantes de octavo, leer en voz alta en público cae fuera de su zona de confort, pero Whitacre les recuerda que están dando el ejemplo y siendo un referente positivo para sus compañeros más chicos.
"Cuando volvemos al salón, siempre preguntan que cuándo vamos a volver a hacerlo, y que quieren hacerlo más a menudo", dijo. "Me encanta ver a mis estudiantes con una sonrisa, riendo con sus compañeritos. Esos pequeños momentos hacen una gran diferencia".
Rosalía F., de segundo grado, dijo que la presentación de su compañero es su parte favorita de la hora de lectura.
"Me gusta cuando hacen la voz de los personajes", dijo.
Rosalía incluso empezó a incorporar esas habilidades cuando lee con su familia en casa.
"Lo que más me gusta de la lectura es que puedo hacer voces", dijo. "Si es gracioso, pongo una voz graciosa. Si es triste, pongo una triste".
Su compañera, Ariana F., dijo que también le gusta leer con su familia en casa. Incluso empezó a escribir sus propias historias.
"Escribo sobre mi vida, mis sueños y mi mamá", dijo. "Cuando sea más grande, quiero escribir".
Su consejo para los estudiantes de octavo grado que pueden estar nerviosos al leer en voz alta es simple.
"Eres inteligente y valiente. No pasa nada si tienes miedo", dijo. "Seguirás siendo tú mismo, solo que estarás leyendo"