08/16/2024 | Press release | Archived content
Santiago de Chile.- Valeria Cantera, Jefa de la Dirección de Estudios Económicos de la Cámara de Industrias del Uruguay, conversó con OIT Cono Sur en esta entrevista sobre los desafíos que tiene Uruguay en materia de productividad, desarrollo de la innovación y las principales estrategias que puede impulsar el sector empresarial para avanzar en estos ámbitos.
El principal desafío que tiene la economía uruguaya, así como la industria manufacturera es mejorar la productividad en un sentido amplio. Uruguay viene asistiendo a una pérdida de competitividad persistente, que podría verse como un tema estructural del país, evidenciando en los últimos diez años una tasa de crecimiento promedio cercana al 0%. Para cambiar este escenario es sumamente relevante poner en agenda las principales políticas a implementar o mejorar las existentes desde un enfoque de mejora de la productividad a nivel global y sectorial. Políticas eficientes en cuanto a la capacitación permanente del capital humano e instrumentos de certificación de competencias, así como implementar herramientas de capacitación en formato dual (academia-empresa), parecería ser la clave para generar un capital humano que contribuya a la productividad y por ende al crecimiento sostenible.
Es fundamental profundizar las políticas de innovación, adopción de nuevas tecnologías y digitalización en las Pymes nacionales, ya que representan una elevada participación en el entramado productivo y no disponen de las condiciones de acceso a dicha tecnologías.
También es necesario impulsar políticas más eficientes en lo que refiere a la política energética, de forma tal de lograr una disminución de los costos energéticos de las empresas. Dado que en Uruguay las tarifas energéticas se encuentran básicamente determinadas por el desempeño de las empresas públicas, el Estado debería realizar un esfuerzo en mejorar la productividad de estas empresas que implicaría un impacto positivo sobre el desempeño del sector privado.
El acceso a la tecnología, digitalización, robótica e inteligencia artificial no debería circundarse únicamente a las grandes empresas que tengan posibilidades de adaptarse a esta nueva realidad, ya que esto implicaría un desbalance negativo a nivel del sector productivo.
Las Pymes son una importante fuente de generación de empleo, y debería prestarse una especial atención para que las mismas no queden rezagadas del avance tecnológico.
Aquí las políticas de desarrollo productivo deberían ser focalizadas, lo que implica generar instrumentos diferentes según las características de las empresas (tamaño, localización, etc). Desde el Estado, pero también desde las organizaciones empresariales, es necesario acompañar a las Pymes en este proceso de digitalización e innovación a través de diferentes apoyos, como es en primera instancia la difusión de la información, asistencia técnica y asesoramiento de los diferentes instrumentos de apoyo disponibles, así como realizar esfuerzos para generar la vinculación de las Pymes con los sectores académicos e instituciones vinculadas a la temática.
En Uruguay existe una importante heterogeneidad de sectores productivos, dentro de los cuales se destacan por su contribución al empleo, los sectores industriales y agroindustriales. En el caso particular de la industria manufacturera, el sector de alimentos representa la mitad de producción de la industria y contribuye con un ratio similar al empleo industrial. Estos sectores, al presentar ventajas competitivas porque utilizan recursos naturales tienen grandes potencialidades de crecimiento, pero es crucial para el país avanzar en una mayor apertura comercial, que implique mejores preferencias arancelarias para el país fuera del bloque regional.
El sector forestal, con el impulso de nuevas inversiones y adopción de tecnologías de punta, ha generado nuevos productos de exportación para el país, como es el caso de la celulosa, también es un sector que se vislumbra como pujante.
A nivel de servicios, el desarrollo de sectores como el software, el turismo y nuevos servicios relacionados al ocio, así como a los cuidados, parecerían tener mejores oportunidades de crecimiento, en gran medida por la transición demográfica hacia una población más envejecida que demandara un mayor sistema de cuidados.
El crecimiento de estos sectores dependerá en parte de la existencia de factores productivos para acompañar este crecimiento, con lo que la educación de la población, así como la permanente capacitación de los trabajadores parecería ser clave para acompañar el dinamismo de estos sectores.