La respuesta humanitaria permite un parto seguro en medio de las catastróficas inundaciones de Camerún

FOTOKOL, Extremo Norte de Camerún - "Nuestra aldea era pacífica, hasta que aparecieron estos hombres armados, sembrando el terror y la muerte", señaló Aicha* al UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas que se encarga de los asuntos de salud sexual y reproductiva, recordando una noche hace tres años cuando su aldea fue atacada.

"Masacraron a dos hombres, justo delante de mí", dijo. "Huimos, abandonándolo todo".

Aicha y sus cuatro hijos encontraron seguridad en un campamento de desplazados en Fotokol, una ciudad en la región del Extremo Norte de Camerún, pero el mes pasado fueron desarraigados de nuevo.

El inicio de la temporada de lluvias vino acompañado de inundaciones masivas, crisis que afectó a la región en general. Decenas de cameruneses han muerto y decenas de miles han sido desplazados.

"Nuestra granja, que era nuestra última esperanza, quedó sumergida por las inundaciones", agregó Aicha.

Aicha estaba cerca del final de su quinto embarazo, y eso aumentaba su miedo.

"Estaba muy asustada por el bebé en mi vientre y por mí misma".

Crisis climática y conflicto

Las crisis son demasiado comunes en Camerún, un país acosado por la violencia separatista, los grupos militantes y la escalada de desastres relacionados con el clima.

El país es considerado uno de los más vulnerables del mundo al cambio climático, con aumentos de temperatura y comunidades cada vez más expuestas a sequías, inundaciones, deslizamientos de tierra y más.

Para atender las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres y las niñas, en particular las que enfrentan el desplazamiento y la inseguridad, el UNFPA ha desplegado parteras y trabajadores sociales para prestar servicios a las comunidades vulnerables.

Desde principios de 2024, unas 198.000 personas han recibido servicios diseñados para prevenir y responder a la violencia de género, que se sabe que aumenta en tiempos de conflicto, estrés y trauma.

Además, unas 55.000 personas han recibido acceso a la atención de salud sexual y reproductiva, incluida Aicha.

Poco después de ser desplazada por segunda vez, Aicha pudo dar a luz bajo el cuidado de una partera.

Su bebé "nació rodeado de cuidados", adelantó Aicha, "cuando no tenía nada, ni dinero, ni posesiones".

Escasez de fondos humanitarios

Además de recibir atención materna de calidad, Aicha también recibió un kit para bebés, que contiene artículos esenciales para los recién nacidos, como ropa, toallas, artículos de tocador y pañales.

"El acceso a la atención médica materna es crucial", recalcó Leila, la partera que asistió a Aicha. "Nos esforzamos por proporcionar a las mujeres los servicios que necesitan para un parto seguro, incluso en las circunstancias más difíciles".

A pesar de las crecientes necesidades humanitarias en Camerún, el UNFPA enfrenta un déficit crítico de financiación. Actualmente solo se ha obtenido el 30 % de los fondos necesarios para las operaciones humanitarias.

El mes próximo, el UNFPA y otros organismos de las Naciones Unidas, así como dirigentes de todo el mundo, se reunirán para una conferencia mundial sobre el cambio climático. Los defensores instan a los participantes a que den prioridad a las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas desplazadas por catástrofes recurrentes relacionadas con el clima.

El Extremo Norte de Camerún es muy vulnerable a las sequías e inundaciones. © UNFPA Camerún/Samuel Sawalda

* Se ha cambiado el nombre por motivos de privacidad y protección

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