11/26/2024 | Press release | Distributed by Public on 11/27/2024 05:34
Barcelona
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Muchas gracias, compañeros. Buenos días, Barcelona. Buenos días, delegados y delegadas de la Unión General de Trabajadores. Gracias, Camilo, Presidente, por tus palabras, por vuestra bienvenida y por supuesto, también a Pepe.
Yo quería comenzar mi intervención dándole enhorabuena a los organizadores de este 44 Congreso de la UGT, precisamente por el lema que habéis escogido, porque en efecto es una mezcla de reivindicación, cuando habláis de ese más sindicato, de ese más sindicalismo y, también, de inconformismo al hablar de ese mejor sindicato, de ese mejor sindicalismo.
Y, fijaros que, es verdad que esta semana vamos a tener, estáis ahora celebrando el Congreso de la UGT, este fin de semana en Sevilla vamos a celebrar el Congreso del Partido Socialista Obrero Español. A lo largo de nuestra historia hemos sufrido muchas crisis. A lo largo de estos últimos seis años, hemos tenido muchas crisis.
Pienso en Valencia, pienso en los vecinos y vecinas de Valencia que van a contar siempre con el respaldo del Estado y particularmente del Gobierno de España.
Y lo hemos comentado en muchas ocasiones que, por supuesto crisis hay muchas, pero que la forma de responder a esas crisis solamente hay dos: o por la izquierda o por la derecha.
Recordemos la crisis financiera o la crisis de la pandemia de la COVID19. Se tardaron después de la crisis financiera y la respuesta neoliberal más de diez años en recuperar los niveles previos de PIB al año 2008, los niveles previos de empleo al año 2008. Cuando en cambio, con una respuesta progresista que dimos conjuntamente el gobierno de Coalición Progresista, la mayoría parlamentaria junto con los sindicatos, se recuperó ese nivel previo de PIB y esos niveles previos de empleo a la pandemia del año 2020 en tan solo dos años.
Recordemos cómo la crisis financiera y esa respuesta neoliberal provocó no solamente el éxodo de muchísimos jóvenes fuera de España en busca de las oportunidades laborales que les negaba su país, sino que destruyó y llevó a engrosar las filas del paro a nada más y nada menos que seis millones de compatriotas.
Mientras que hoy, gracias a esas respuestas progresistas de la mano del sector privado conjuntamente con el sector público, hoy tenemos uno de los mejores niveles de paro que teníamos desde hace ya más de tres lustros. Hoy contamos con 21.300.000 personas afiliadas y cotizando a la Seguridad Social, más de 10 millones de mujeres trabajando y cotizando en la Seguridad Social.
Antes de la reforma laboral, cuando teníamos ese ministro de Economía, junto con el presidente Rajoy, de la derecha, que salían fuera de España diciendo que iban a aprobar una reforma laboral que imponían sin escuchar a los sindicatos, a los trabajadores y trabajadoras y que iba a ser una reforma laboral muy agresiva, llevó a niveles de precariedad y de devaluación salarial y laboral a muchísimos trabajadores y trabajadoras.
Y hoy nosotros hemos logrado, gracias al esfuerzo conjunto, una reforma laboral donde uno de cada dos trabajadores cuenta con un contrato indefinido.
Todo eso lo hemos logrado y por eso creo que es de justicia hacer algo como secretario general del Partido Socialista Obrero Español, pero sobre todo como presidente del Gobierno, de un gobierno de coalición progresista, dar las gracias a los sindicatos y particularmente a la Unión General de Trabajadores por ayudar a contribuir a mejorar las condiciones laborales de millones de trabajadores y trabajadoras en nuestro país.
Porque todos esos logros, esas conquistas, esos avances en la reforma laboral o la reconstrucción del Pacto de Toledo, que también fue desmantelado durante la crisis financiera, han sido lógicamente con el apoyo de muchos grupos parlamentarios, con el impulso del gobierno de coalición progresista, pero significativamente del sindicalismo que nos ayudó, nos empujó y nos convenció para que lográramos aprobar esa reforma laboral durante la pasada legislatura . Así que gracias a la Unión General de Trabajadores por vuestro trabajo.
Y pienso en Valencia.
Y rechazo a esa ultraderecha que niega la evidencia científica y que dice que la emergencia climática no existe. O esa otra derecha que, sin negar directamente la emergencia climática, actúa como si no existiera.
Y la gran lección que tenemos que extraer de Valencia es que hay un peligro mucho más grave que la emergencia climática, y son gobiernos negacionistas que por acción u omisión niegan la emergencia climática.
Por eso quiero trasladar a la Comunitat Valenciana y por supuesto, a la provincia de Valencia, que cuando se vayan los focos de los medios de comunicación, que en algún momento dado se irán, y eso es natural, el Gobierno de España continuará con ellos y con ellas hasta que recuperen plenamente su normalidad, la reconstrucción de aquellos lugares que han sido destruidos como consecuencia de la DANA y el relanzamiento de su economía.
Hay muchas crisis, pero hay solamente dos maneras de enfrentar esas crisis: o por la izquierda o por la derecha, o una recuperación lenta con recortes o una recuperación rápida con justicia social.
Y, mirad, durante todos estos seis años, conjuntamente la izquierda política y la izquierda sindical hemos ido desmontando uno a uno todos los mantras del neoliberalismo que nos pretendieron imponer durante la crisis financiera.
Nos decían, acordaos, si se sube el Salario Mínimo Interprofesional, se destruye empleo. Hemos subido el Salario Mínimo Interprofesional más de un 50% y tenemos a 21 millones de personas trabajando y cotizando la Seguridad Social.
Nos dijeron que si revalorizábamos las pensiones conforme al IPC, poco menos que íbamos a romper la caja de la Seguridad Social. Y hoy no solamente reconstruimos el Pacto de Toledo, revalorizamos las pensiones, sino que vamos a acabar este año con miles de millones en la hucha de las pensiones y al final de esta legislatura, en el año 2027, habrá más de 30.000 millones de euros en la Seguridad Social, en su hucha, para garantizar la sostenibilidad y la dignidad de las pensiones de las generaciones futuras.
Nos dijeron que era imposible reindustrializar nuestra economía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Y España es hoy una economía que crece con fuerza en comparación con el resto de países europeos y que ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por tanto, compañeros y compañeras, debemos estar orgullosos de todo lo que hemos logrado durante estos últimos seis años, pese al ruido, las infamias, las difamaciones y todo lo que quiera decir la derecha, una derecha que ha renunciado al debate legítimo de las ideas en democracia y cuyo único proyecto político son los bulos y la mentira. Y a los bulos y a la mentira les ganamos el 23 de julio del año 2023 y les volveremos a ganar en el año 2027 con un proyecto progresista de avances y de conquistas sociales.
Y los datos están ahí, los hechos están ahí, y tenemos que sentirnos orgullosos porque estamos del lado correcto de la historia. Y el lado correcto de la historia es ser conscientes de que no podemos decir que exista crecimiento económico si no se redistribuye ese crecimiento económico entre la mayoría social y la clase trabajadora de nuestro país.
Estar del lado justo de la historia, del lado correcto de la historia, es ser conscientes de que no puede haber una vida saludable en un planeta enfermo. Que la migración es fuente de riqueza. Y que, desde luego, desde la izquierda política y sindical vamos a rechazar siempre los discursos xenófobos y los discursos racistas que están liderando algunas formaciones políticas de una manera directa o de una manera indirecta.
Estar del lado correcto de la historia es ser conscientes de que nuestra democracia se resiente cuando la mitad de la población sufre discriminación por el mero hecho de ser mujer. O ayer, que celebrábamos el Día Internacional contra la Violencia de Género, ser conscientes de que cada vez que muere y es asesinada una mujer como consecuencia de esa violencia de género, ese es un fracaso de todo el conjunto de la sociedad española.
Y por supuesto, estar del lado correcto de la historia es ser conscientes de que no puede haber justicia social si no hay justicia fiscal. Y esa justicia fiscal me va a llevar siempre, cada vez que sea presidente del Gobierno ante las Cortes Generales, a seguir reivindicando un impuesto a la banca, un impuesto a las energéticas, un impuesto a las grandes fortunas. En definitiva, avanzar en la justicia fiscal para lograr esa justicia social.
Y estar del lado correcto de la historia es lo que hace este gobierno, que defiende la legalidad internacional y la paz en Ucrania y en Palestina.
Y sí, somos bien conscientes, compañeros y compañeras de que la derecha ha dejado a un lado ese debate legítimo de ideas. Probablemente porque si pusiera encima de la mesa cuáles son sus proyectos políticos en el ámbito socioeconómico, pero no solo también en el ámbito institucional o en el ámbito territorial o en el ámbito de los derechos y las libertades, probablemente tendría un menor nivel de apoyo social en las elecciones.
Y por eso se esconden y han convertido el bulo y la mentira en su único proyecto político. Y eso tiene sus consecuencias. Yo he hablado muchas veces con Pepe a lo largo de estos años y él me ha reconocido, en algunas ocasiones -me permitirá que comparta con todos vosotros y vosotras esta confidencia-, que no es fácil algunas veces caminar por determinadas calles de determinados barrios, de determinadas ciudades de nuestro país, porque se le reconoce, se sabe que es el secretario general de la Unión General de Trabajadores y tiene que mirar o tiene que sufrir, mejor dicho, la mirada de los intolerantes de la ultraderecha que le señalan y le recriminan ser el secretario general de la Unión General de Trabajadores.
Yo por eso quiero hoy aquí, ante vosotros, delegados y delegadas, dar las gracias a Pepe por volver a presentarse, por optar a la reelección, por dar un paso al frente y no un paso a un lado o hacia atrás, como hubiera querido la ultraderecha y aquellos intolerantes que no quieren a la izquierda sindical. Muchas gracias, Pepe, por ese compromiso.
Porque ese compromiso tiene mucho que ver con todos nosotros y nosotras, las causas que abrazamos, las cuales justifican el por qué hace años nos afiliamos a un partido político, en mi caso el Partido Socialista Obrero Español, o muchos de vosotros y vosotras a la Unión General de Trabajadores.
Esos insultos, esas difamaciones, esas cosas que nos dicen de manera directa o en redes sociales o asediando, en este caso, las sedes del Partido Socialista Obrero Español, como estamos viendo durante estos últimos meses, es porque defendemos a la clase trabajadora y a la mayoría social de nuestro país. Porque defendemos la subida del salario mínimo, porque defendemos también la revalorización de las pensiones, porque defendemos una justicia fiscal, porque defendemos el feminismo, el ecologismo, porque defendemos la memoria democrática, porque defendemos las causas justas, por ejemplo, la de Palestina en Oriente Medio.
Por todo eso nos atacan y por todo eso seguimos aquí en pie, plantando cara a la intolerancia y diciendo que cuando se produzca y se celebre esa batalla democrática en las urnas, les volveremos a ganar como ganamos en 2019 y ganamos en 2023.
No nos perdonan haber ganado la moción de censura a un gobierno condenado por corrupción. No nos perdonan haber ganado las elecciones en el año 2019. No nos perdonan haber ganado las elecciones en el año 2023. Haber frenado y demostrar además al conjunto del mundo progresista, no solamente en Europa, sino más allá, que es posible frenar la ola reaccionaria con gobiernos en coalición y en minoría parlamentaria. Se dice pronto.
Pero lo hemos logrado y hemos hecho cosas, como bien decía antes Pepe en su intervención, que eran absolutamente inimaginables. Como la reforma laboral, como la reconstrucción del Pacto de Toledo, como la Ley de Vivienda, como la renovación del Pacto de Estado contra la violencia de género, y tantas y tantas cosas que ha hecho el gobierno de coalición progresista.
Yo por eso, compañeros y compañeras, sé que no nos perdonan todo eso y que los ataques que sufrimos en el ámbito personal y político tienen sobre todo un objetivo y es hacernos desistir. Y también que el mundo progresista, más allá de lo que podamos representar legítimamente los sindicatos o también las organizaciones políticas, piensen que esta batalla no tiene más remedio que la resignación.
Yo creo que en un momento como el actual, donde estamos demostrando con hechos, con verdades absolutamente palmarias para los ciudadanos y ciudadanas que las políticas progresistas de la izquierda política y de la izquierda sindical son en defensa de la mayoría social, tenemos que sentirnos profundamente orgullosos.
Y yo me siento profundamente orgulloso de ser militante de la UGT, de ser el secretario general del Partido Socialista Obrero Español y de ser el presidente del Gobierno de esta coalición progresista que lleva liderando España desde hace seis años a esta parte.
¿Quiere esto decir que el proyecto político no tiene nuevas causas que abrazar, nuevas metas que lograr? Al contrario, esa es la razón de ser de nuestros proyectos político, el sindical en vuestro caso y el nuestro en nombre del Partido Socialista Obrero Español.
Es verdad, hemos aprobado una ley de vivienda. Pero ahora lo que tenemos que hacer todas las administraciones -y agradezco también a la Generalitat de Cataluña y también al Ayuntamiento de Barcelona, junto con la Diputación de Barcelona- el que entre todos no solamente estemos aplicando esa ley de vivienda, sino que digamos vamos a construir más vivienda pública para que la media española respecto a la media europea de vivienda pública no sea del 2% como nos dejó la anterior administración, sino sea del 9% como es la media europea.
Sí, es cierto. Hemos aprobado la reforma laboral, pero nos queda pendiente la reducción de la jornada laboral y pido a la patronal que se siente con los sindicatos y con el Gobierno de España para que en esta legislatura podamos tener en marcha esa ley de reducción de jornada laboral.
Sí, es cierto. Hemos aprobado una reforma laboral que ha vuelto a consolidar la negociación colectiva, pero como bien decía Pepe, nos queda lo más importante y es aprobar en esta legislatura una ley de participación institucional que reconozca el trabajo y la importancia para la estabilidad y la paz social de los agentes sociales.
Sí, es cierto, vamos a renovar el Pacto de Estado contra la violencia de género. Se cumplió ayer -precisamente el 25N- el 20 aniversario de la primera Ley Integral contra la Violencia de Género, pero nos queda mucho por hacer, por ejemplo, abolir la prostitución y, por eso, pido sobre todo a los grupos parlamentarios de izquierdas que permitan el debate parlamentario sobre la abolición de la prostitución.
Sí, es cierto que hemos reformado la Formación Profesional, que estamos potenciando la Educación pública y la Formación Profesional, pero tenemos que seguir consolidando y dando pasos en la mejora de la empleabilidad de los trabajadores y trabajadoras.
Como también tenemos que abordar una aproximación humanista a todo lo que representa la Inteligencia Artificial para que no sea al final un sinónimo de expulsión del mercado laboral de millones de trabajadores y trabajadoras.
O, por supuesto, erradicar la desigualdad que existe entre las distintas capas sociales que componen nuestros pueblos.
Todo eso, compañeros y compañeras, es lo que tenemos que hacer. Es a lo que estamos llamados durante estos próximos tres años. A mí cuando me dicen "aguanta Pedro, ánimo", yo lo agradezco mucho, de verdad, de corazón. Pero os digo una cosa: tres años y los que vienen después de esos tres años. Porque, si hay algo que de verdad ahora mismo nos exige la ciudadanía, nos exigen y nos reclaman sobre todo aquellos que necesitan del compromiso de la política -porque no tienen otra cosa que el compromiso de la política para poder sacar adelante no solamente a ellos mismos, sino a sus familias-, es el compromiso político de aquellos que tenemos el enorme honor, porque así nos lo habéis conferido o bien los votantes o bien los delegados -en el caso de mi organización, el Partido Socialista Obrero Español, en el caso de Pepe, el Sindicato, la Unión General de Trabajadores-: El dar la cara y dar la batalla por las causas que merecen, sobre todo, los ciudadanos de nuestro país.
Y, por eso, me gustaría terminar simplemente con una petición que sé que vais a comprender y que además vais a compartir. En todas esas causas que yo he mencionado y otras muchas que seguro que me he dejado en el tintero, como pueda ser, por ejemplo, las pensiones, las cotizaciones, la hucha de las pensiones y las causas europeas e internacionales que ahora mismo nos asolan, como pueda ser la paz en Oriente Medio o la paz en Ucrania, todas esas causas no las podemos hacer solo desde la política.
Todas esas causas que hoy son hechos, que son realidades para millones y millones de trabajadores y trabajadoras porque ya están publicadas en el BOE, como pudo ser la reforma laboral o como pueden ser otras muchas leyes como la Ley de Igualdad Salarial, han sido gracias al trabajo conjunto que ha tenido la izquierda política con la izquierda sindical.
Y yo creo, compañeros y compañeras, que, si hay una palabra, una expresión, que al final justifica y que sintetiza nuestro compromiso político y sindical es el de que nosotros siempre miramos adelante, porque nuestro objetivo político y nuestro propósito político no es otro que hacer avanzar a las sociedades.
Y en un momento como el actual, donde estamos viendo en muchas otras partes de Europa, no digo ya del mundo, sino de Europa, el cuestionamiento de derechos y de libertades, la banalización cuando no la frivolización que se hacen de esos derechos y libertades que son nuestras causas, lo que tenemos que hacer es trabajar hombro con hombro, codo con codo. Yo sé que podemos contar -desde una posición crítica- con el concurso y el trabajo de los sindicatos y, particularmente, de la Unión General de Trabajadores.
Y eso es lo que os pido, que desde esa posición crítica, defendiendo vuestros pareceres y vuestra visión sobre cómo tiene que ser esas relaciones socioeconómicas entre el empresario y los sindicatos, o cómo tiene que ser la participación de los servicios públicos en la reducción de la desigualdad, sigáis trabajando codo con codo con el gobierno de coalición progresista. ¿Sabéis por qué? Porque nos hacéis mejores.
Gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)