11/08/2024 | Press release | Archived content
Desde octubre, las protestas masivas y los bloqueos de carreteras han causado una gran agitación en Bolivia. Los periodistas que intentan cubrir la situación son objeto de agresiones espantosas. Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena firmemente esta creciente ola de violencia y persecución contra la prensa y pide a las autoridades bolivianas que garanticen la seguridad de los periodistas.
Las tensiones entre el actual presidente de Bolivia y su rival político han provocado protestas masivas y bloqueos de carreteras. Los disturbios han provocado un aumento de la violencia contra los periodistas que cubren las protestas. Según la información de que dispone RSF, los manifestantes han agredido al menos a 25 periodistas en los puntos de bloqueo. Acusando a estos reporteros de ''prensa vendida'', los manifestantes les han robado su material de trabajo y los han agredido con palos, piedras y explosiones de dinamita.
"La violencia contra la prensa en Bolivia ha aumentado de forma alarmante ya que los reporteros se han convertido en objetivos en un clima político tenso. En tiempos de crisis, es aún más importante proteger a quienes mantienen informada a la sociedad. RSF insta a las autoridades bolivianas a que garanticen la seguridad de los periodistas y les permitan realizar su trabajo sin temor a represalias. Deben ponerse en marcha medidas eficaces para garantizar que los reporteros puedan cubrir la información sin ser detenidos, amenazados o agredidos.
Un vistazo a las agresiones contra periodistas
El 1 de noviembre, Jorge Ábrego, fotoperiodista y colaborador de la agencia de noticias EFE, sufrió un infarto como consecuencia de los efectos expansivos de la explosión de dinamita utilizada por los manifestantes en un bloqueo de carretera en la localidad de Parotani. Fue trasladado a un centro de salud, donde permaneció tres días en la unidad de cuidados intensivos. Jorge había sido víctima de una agresión apenas seis días antes, cuando manifestantes le lanzaron piedras y dañaron su vehículo.
El 29 de octubre, varios periodistas fueron detenidos y agredidos por manifestantes que bloqueaban una carretera entre Santa Cruz de La Sierra y Cochabamba. Según Rómer Saucedo, periodista del canal privado de televisión Red Uno, los manifestantes le lanzaron piedras y palos, y detonaron dinamita dirigida hacia él. Su camarógrafo, Ricardo Pedraza, declaró que lo atacaron con palos y piedras, y que querían quemarlo. Agregó que los manifestantes quemaron sus chaquetas y su equipo. Aunque los periodistas intentaron explicar que estaban allí trabajando, los manifestantes no detuvieron sus ataques hasta que los periodistas entregaron sus equipos. Josué Chubéperiodista del canal de televisión Unitel, también fue agredido y le robaron el material. Los periodistas consiguieron escapar horas después de la agresión, gracias a la ayuda de vecinos de la zona.
El 26 de octubre, otro periodista de Unitel, Jurgen Guzmán Ribera, fue víctima de un intento de estrangulamientoen un bloqueo en la región de Melga, cerca de la ciudad de Cochabamba. Mientras intentaba realizar una entrevista, los manifestantes robaron y registraron el teléfono del periodista, se apoderaron de su equipo de grabación y uno de los manifestantes le puso una cuerda alrededor del cuello. Afortunadamente, Jurgen Guzmán Ribera consiguió liberarse.
El 25 de octubre, en la misma región, periodistas de los canales de televisión Red Uno, Bolivia TVy del diario Opinióntambién enfrentaron a manifestantes que intentaron confiscarles sus equiposmientras informaban sobre el desbloqueo de una carretera. Días antes, el 22 de octubre, los periodistas que se encontraban en un bloqueo en la localidad de Bulo Bulo fueron obligados a tirarse al suelopor bloqueadores supuestamente armados. El 20 de octubre, en Parotani, un periodista y un cámara de Voice of Americafueron rodeados y amenazadospor manifestantes. La situación era tan hostil que los dos profesionales de los medios de comunicación dejaron de informar y se marcharon.
Las agresiones físicas contra periodistas se han intensificado en Bolivia desde 2020, especialmente en las zonas rurales. Numerosas radios y televisiones han sufrido actos de vandalismo y se han visto obligadas a interrumpir sus actividades. Bolivia ocupa el puesto 124 de 180 países y territorios en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024de RSF.